Una vez terminada la 4ª temporada de True Blood, esta pregunta asalta mi cabeza recordemos, hace 4 años esta serie nació con una premisa bastante interesante nace en Japón una sangre sintética que permite a los vampiros vivir sin beber sangre humana, de esta forma se nos presenta a un vampiro, Bill Compton que quiere integrase en una sociedad que le repudia por ser vampiro, una serie ambientada en el interior de los estados unidos. Desde este interesante punto de partida a la actualidad han pasado 4 años, 4 temporadas en las que la serie ha cambiado tanto, que lo que tenemos hoy entre manos no sabría bien como definirlo. (Pequeños SPOILERS las 4 temporadas)
Poco a poco True Blood fue generando una mitología propia donde los vampiros serían únicamente la punta del iceberg de los seres que encontraríamos en Bon temps. (Cambiaformas, hombres lobo, hombres pantera, hadas…)
Lo cierto es, que una vez que abres la mente al universo onírico que nos propone Allan Ball, la serie nos brinda en sus dos primeras temporadas, dos muy buenas entregas, adictivas, frenéticas, marcando un estilo propio con el sexo, la violencia y un ritmo frenético como señas de identidad. Mucho se habló del final de su 2ª temporada, muchos ven aquí incluso el inicio de la decadencia de la serie, a mí personalmente el final de la 2ª temporada me encantó. Sin embargo llegó la 3ª temporada y True Blood poco a poco empezó a pasarse de vueltas, se pasó de excesiva, los personajes terminaron siendo caricaturas de sus roles iniciales, la serie a estas alturas parecía una mala parodia de lo que en un inicio era, hasta llegar a ese final de temporada, parecía que la serie había tocado fondo, que peor no se podía hacer.
Y así llegamos a esta 4ª temporada, lo cierto es que hasta los 8 primeros episodios la serie volvió a ganarme, me propuse desde un inicio no tomármela demasiado en serio e intentar hacer caso omiso a ciertos personajes (Arlenne, Bellefleur) y sorprendentemente la serie volvió a engancharme, sobre todo la historia relacionada con los vampiros, consiguió reengancharme y casi consiguió que me reconciliase con la serie, con un placer casi culpable disfruté de la serie, no entendía porque se puso tan mal a la temporada, no veía razón para tanta crítica...Pero entonces, el ritmo decayó y todas las taras que tenían los personajes en esta temporada que había pasado por alto, se hicieron cada vez más presentes, además de un no parar de situaciones y escenas de esas que dan vergüenza ajena, que bajarían aún más mi valoración de esta temporada. SPOILERS 4ª TEMPORADA
Por su parte Bill se ha convertido en rey de Luissiana, es al personaje que le ha sentado mejor el cambio de temporada, vemos a un Bill frio, incluso en ocasiones maquiavélico. Pero para compensar tenemos a un Eric que debido a una maldición de Antonia, pierde la memoria y se convierte en un pelele, ha tomado el rol que tenía en las temporadas pasadas Bill sirviendo de excusa para brindarnos momentos romanticones y edulcorados de esos que dan fatiguilla.
True Blood tiene en sus manos el poder darnos una 5ª temporada con el nivel de las primeras, para eso pienso que deberían, en primer lugar focalizarse en los vampiros que al fin y al cabo es de lo que trata la serie e intentar no pasarse de vueltas en sus excesos e intentar reducir el protagonismo de secundarios que no lo merecen !Por favor que maten a Arlenne! Veremos si lo consigue, la respuesta el verano que viene.
Nota Temporada: 3,5/10
Lo Mejor: El inicio de temporada, auguraba una temporada mucho mejor de lo que fue. Bill Compton, que ha dejado de ser un trozo de carne sin personalidad ninguna para convertirse en el personaje con más jugo de la temporada.
Lo Peor: Las tramas secundarias, demasiadas y sin importancia, los últimos 3 capítulos casi al completo
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